El proyecto se concibió con el objetivo de transformar un espacio anticuado en una residencia que refleje un equilibrio preciso entre lo contemporáneo y lo atemporal, incorporando el carácter único de Coral Gables.

Desde el ingreso, el espacio se revela como una síntesis de calidez y sofisticación, con una paleta de tonos neutros y materiales naturales que generan un ambiente acogedor. Los detalles en madera y piedra aportan un lujo sutil y discreto.

El exterior, un jardín tropical con una piscina estilo mediterráneo, se convierte en una extensión natural del espacio habitable, ofreciendo áreas de estar al aire libre que son ideales tanto para el entretenimiento como para la tranquilidad.

El diseño interior se articula alrededor de la luz natural que baña cada espacio, desde la sala de estar, con amplios ventanales que conectan visualmente el interior con el jardín tropical, hasta el dormitorio principal, concebido como un refugio de serenidad, donde los colores suaves y las texturas ricas dominan el espacio. La meticulosa integración de materiales como mármol y acero inoxidable en la cocina, que es el núcleo funcional y estético de la casa, refleja un equilibrio entre practicidad y elegancia.

Cada habitación, desde los salones decorados con papeles de colgadura y mobiliario a medida hasta el baño en suite con diseño de spa, ha sido cuidadosamente diseñada para narrar una historia de renovación y buen gusto, preservando a la vez la herencia y esencia original de la residencia.

Este proyecto no solo revitaliza un espacio, sino que también lo integra de manera coherente con su entorno, creando una residencia que no solo refleja la personalidad y estilo de sus propietarios, sino que también se convierte en un ejemplo de cómo el diseño arquitectónico puede unirse con la funcionalidad en perfecta armonía.