Desentrañar e integrar la historia de los clientes es un punto de partida importante en el proceso de trabajo del estudio Catherine Moggio Interiors. La arquitectura y el diseño de interiores son la base de un trabajo en equipo que tiene como único objetivo crear espacios únicos, cómodos y que generen identidad.

El desafío de este proyecto, ubicado cerca del parque El Virrey en Bogotá, era crear un interior equilibrado para una pareja con dos niños, que quería tener un cálido nido familiar que reflejara los diferentes intereses de cada uno. 

Luego del diálogo con los clientes, el equipo se propuso crear un hogar reconfortante con una mezcla equilibrada de materiales nobles como el roble, la fibra natural y el travertino. Además, incorporó una gran variedad de tonos y texturas.

“El diseño debe seducir, provocar sensaciones y generar experiencias”.